Situación actual del ciclo del agua en Tenerife
Una situación de sequía severa que podría derivar en problemas de suministro
En la actualidad, la isla de Tenerife se encuentra en una situación de crisis climática severa. El descenso de las precipitaciones y el aumento de las temperaturas están amenazando las producciones agrícolas y agotando todas las reservas de los recursos hídricos disponibles. De esta forma, los niveles registrados en las balsas alertan sobre la gravedad de esta crisis hídrica, que podría derivar en problemas de suministro.
Las Balsas de Tenerife por debajo del 25% de su capacidad
Las Balsas de Tenerife (BALTEN) muestran una disminución progresiva del caudal almacenado desde 2020. Un descenso crítico que ha alcanzado un nivel de almacenamiento del 20,6% en septiembre de este año, siendo insuficiente para abordar lo que resta de la época estival hasta la llegada de las lluvias, provocando restricciones en el riego agrícola.
Desaladoras y depuradoras insuficientes para abastecer el aumento de la demanda del sector agrícola
Desde hace décadas, la isla de Tenerife ha visto como su principal fuente de suministro, el agua subterránea, ha ido mermando sus caudales alumbrados paulatinamente. Por ello, ya en 1996 el Plan Hidrológico preveía la producción industrial de agua, incluyendo tanto agua desalada de mar como agua depurada y regenerada para el riego. Sin embargo, la sequía ha provocado que la demanda agrícola aumente exponencialmente, por lo que los medios disponibles en este momento podrían no ser suficientes para cubrir la demanda.